miércoles, 4 de agosto de 2010

Soneto a Cristo crucificado 
 No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte.   

 ¡Tú me mueves, Señor!  Muéveme el verte        
clavado en una cruz y escarnecido; 
muéveme ver tu cuerpo tan herido; 
muévenme tus afrentas y tu muerte.    

Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,         
y aunque no hubiera infierno, te temiera.    

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara, 
lo mismo que te quiero te quisiera.

-------------------------------------------------
Bueno, primero, el que tal vez lea esto dirá:
 "¿qué carajo es eso?" 
Bueno, es un soneto, que vi en la clase de 
literatura, y aunque No crea en dios, 
le encontré más sentido a esta persona 
la que escribió este poema) que cree 
en dios para sentirse bien, que a los 
que se llenan la boca hablando de dios, 
pero sólo se acuerdan de él cuando 
están en problemas...

{El que realmente cree, no necesita 
algo a cambio de su fé, cree, 
porque eso lo hace sentirse 
bien consigo mismo, y eso es 
más que suficiente} 

No hay comentarios:

Publicar un comentario