Soneto a Cristo crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
-------------------------------------------------
Bueno, primero, el que tal vez lea esto dirá:
"¿qué carajo es eso?"
Bueno, es un soneto, que vi en la clase de
literatura, y aunque No crea en dios,
le encontré más sentido a esta persona
la que escribió este poema) que cree
en dios para sentirse bien, que a los
que se llenan la boca hablando de dios,
pero sólo se acuerdan de él cuando
están en problemas...
{El que realmente cree, no necesita
algo a cambio de su fé, cree,
porque eso lo hace sentirse
bien consigo mismo, y eso es
más que suficiente}
No hay comentarios:
Publicar un comentario